Quise darle este título a este artículo, debido a que creo que un emprendedor nunca debiera tener “problemas”, sino “oportunidades”. Corfo, nos genera bastantes “oportunidades”, por ejemplo, y ahora les cuento bajo mi propia experiencia lo que me ha sucedido con ellos.
La primera cosa positiva que debo destacar es que tener la ayuda del Estado me ha permitido paliar varios de los gastos que de otro modo habría sido muy difícil solventar en el principio, y me permitió la libertad de poder elegir a mis inversionistas, ya que no estoy desesperada por plata. El resultado ha sido mucha tranquilidad y tener dos inversionistas ángeles súper comprometidos que me han ayudado muchísimo.
Sin embargo, he de decir que el proceso de obtener los subsidios ha sido una mala experiencia en muchos casos, y de esto les quería contar, e invitarlos a que comenten las trabas que tanto tiempo y rabia les ha tocado experimentar.
Capital Semilla:
Para los que no saben, el Capital Semilla es un subsidio que entrega Corfo a proyectos innovadores que tengan la capacidad de llegar a ser globales. Para postular debes ir a una incubadora autorizada por Corfo, contarles tu proyecto, y si ellos te aceptan, te ayudan a prepararte para presentarte al subsidio. Este es un subsidio de $40 millones, lo cual se entrega en dos etapas, primero 7M (etapa 1), y luego 33M (etapa2).
En enero del 2011 gané el 2º lugar del Concurso Nacional de Emprendimiento que organiza la incubadora Santiago Innova. Parte del premio era una postulación por “Vía rápida” a Línea 1, pero Santiago Innova estuvo 10 meses tramitándome, ni siquiera me contestaban los correos, y cuando les pregunté si finalmente iban a presentarme o no al comité, me dijeron que “mi proyecto no cumplía los requisitos para ganar el Corfo” (ellos mismos me dieron el premio, y parte del jurado que me eligió era parte del comité de Corfo, que es la gente que decide si se financia o no un proyecto). La única cosa que pasaba por mi mente cuando sucedió eso, era “¿esto es broma?”. Llevaba 10 meses trabajando para que me entregaran el subsidio, no tenía ni un peso, y contaba encarecidamente con eso para poner a andar mi negocio.
Me cambié a la incubadora UDD Ventures, que son súper eficientes y me presentaron súper rápido, pero desde el momento en que llegué a la puerta de la incubadora hasta el momento en que la plata estuvo en mi cuenta pasaron casi 6 meses (en este caso la culpa del atraso es 100% de Corfo, no de la incubadora). ¿Y si en esos 6 meses algo del proyecto hubiera cambiado? Habría tenido que pedir una corrección a Corfo, lo que puede llegar a atrasarte más de un mes y medio en la entrega de los fondos.
Capital Semilla (etapa2):
Con Apparel Dream descubrimos nuevas y mejores formas de ejecutar nuestro proyecto para presentarnos a la segunda etapa del Capital Semilla. Pero Corfo no te financia si te das cuenta que puedes mejorar, tienes que seguir ejecutando el mismo proyecto, aunque sepas que no es la manera óptima de hacer las cosas.
Start-Up Chile:
Me gané Start-Up Chile y Global Connection al mismo tiempo. No era mi culpa postular a ambos y ganármelos simultáneamente. Me obligaron a rechazar uno de los premios, porque “no puedes estar ejecutando dos platas de Corfo simultáneamente”. OK. Le pedí encarecidamente a Start-Up Chile que me permitiera usar el premio en la siguiente convocatoria, para poder irme a Global Connection, y a la vuelta poder tomar el premio, les ofrecí una agenda donde mi intención más sincera era ayudar al ecosistema chileno (esa es la idea de Start-Up Chile por definición). Pero las respuestas fueron puros NO. Poca flexibilidad, pero cuando eres tú al que le toca rendir las platas, solo te dan un día para ir y llevar todos los papeles, sino perdiste. Decidí quedarme con el Global Connection.
Global Connection:
Se atrasaron montón en pasarme la plata. ¡Yo ya estaba viviendo en la casa que arrendé en Estados Unidos y aun no podía pagarla!, porque aun no me pasaban mi primer peso.
Cuando me entregaron el premio nos dijeron que era un subsidio por $5 millones, y eso era lo que decía el contrato. Hace un mes, cuando volví a Chile, empezaron a decirnos que solo podíamos rendir $3 millones. ¿La razón? El ejecutivo se había “equivocado” en hacernos el convenio. Nos mandaron la planilla, y nos dijeron, “pueden rendir solo $3 millones, lo sentimos mucho”. Después de conversar, entendieron que efectivamente no teníamos la culpa de este mal entendido que ellos tenían internamente, y nos permitieron rendir los 5 millones, pero antes de eso pasamos mucho rato mandándonos correos con ellos, y pasando mal rato por una descoordinación que no era nuestra culpa.
Resumen: Como somos emprendedores, esto es una prueba, y pueden pasar dos cosas:
1- Después de estar un año pataleando por un capital semilla, simplemente frustrarte, y rendirte. Tal vez pienses que emprender no es lo tuyo, pero rendirse NO es una opción para un emprendedor, ni lo pienses. Cuando eso te pase eso, piensa que mientras más cerca estás de rendirte, más cerca estás de lograr tus objetivos. Si te rindes, no eres para esto, busca pega. La oportunidad en este caso, es hacerte más fuerte.
2- Tomarte todas las burocracias absurdas de Corfo como una oportunidad que te obligue a construir un negocio que desde el día uno genere lucas. Y la verdad es que esto es algo que debieras tratar de hacer sí o sí (independiente de que tengas Corfo o no), ya que te va a dar tranquilidad mental y la posibilidad de encontrar mejores partners, inversionistas, y sobre todo, y lo más importante, conocer mejor a tu cliente, sus necesidades y encontrar nuevas formas de solucionar sus problemas.
*Mika Herrera es fundadora de Apparel Dream y una de las organizadoras de Hackers and Founders Chile. Escribió esta columna para Innovacion.cl.