No quería ser empleado de alguien más, así que decidió dejar las pegas estables de ingeniero civil y empezar algo propio. Agustín Feuerhake creó una consultora llamada Linko, pero se dio cuenta que era “parecido a estar contratado”, por eso no duró mucho. De ahí se cambió al mundo de la música, a un proyecto del que probablemente hayan oído hablar: Voxound.
Era una idea de Jaime Bunzli: “estaba motivada por resolver el desastre que tenía con los MP3, algunos sin título, otros sin artista… Voxound sería un reproductor a lo iTunes pero que usaría la conexión con nuestro servidor para reconocer la canción (analizando el audio). Después fuimos agregando la idea de tags colaborativos, donde las canciones eran clasificadas por los usuarios como “bailable”, “guitarra”, etc.”. Ahí aparecieron en Fayerwayer con una primera versión, pero no era mucha la gente dispuesta a descargar e instalar un programa de música: “Lo que la estaba llevando era claramente el tema online. Empezamos a construir un sitio paralelamente, que usaba YouTube como fuente de audio y Facebook como fuente de amigos”.
—¿Qué tal fue la experiencia en San Francisco con Voxound?
—La experiencia en San Francisco fue genial, sobre todo para sacarse de encima el peso de “no conocemos Silicon Valley”. De pronto este lugar fantástico que vivía en nuestra imaginación se tornó humano y real, y bastante más alcanzable. Nadie se volvió loco con nuestra idea, pero nadie la desechó por completo tampoco. Nos dimos cuenta eso sí que estábamos un poco equivocados tratando de hacer un software y decidimos hacerlo online. A la vuelta decidimos botar el player descargable y poner todo nuestro esfuerzo en construir el sitio online para escuchar música.
—¿En qué está Voxound ahora?
—Durante un buen tiempo pasamos aprendiendo de la forma como la gente usaba Voxound. Se registraron más de 50.000 personas y eso nos permitió saber qué era lo que les resultaba atractivo. Probamos un montón de cosas y ahora sabemos qué es lo esencial. Decidimos podar todo lo inútil, lo que confundía, lo que lo complejizaba, y vamos a intentarlo nuevamente.
—Después de eso creaste Qué hambre, ¿cómo surgió la idea?
—Mi socio Ignacio Baixas, tal vez producto de la desesperación al ver que Voxound no tenía el éxito que esperamos en algún minuto, tuvo la idea de hacer pedidos online para restaurantes. Nos pusimos a investigar lo que había en otras partes del mundo. Decidimos que esta vez no nos martirizaríamos creando algo desde cero, así que decidimos sacar ideas de lo que ya existía. En una semana y media teníamos un directorio de restaurantes geo-referenciado, y al mes y medio teníamos a nuestro primer restaurante cliente.
En Qué hambre cobran un pequeño porcentaje a los restaurantes que reciben pedidos online desde su sitio y ya tienen contrato con cerca de un 10% de los restaurantes con delivery de Santiago: “y los pedidos van subiendo mes a mes en un porcentaje bien atractivo. No puedo dar muchos detalles porque tenemos mucha competencia”.
Agustín cuenta que han sido muy autodidactas, que no han tenido inversores, pero sí un inversionista ángel que prefiere no revelar su identidad.
Y probando proyectos, un fin de semana cualquiera con Jaime crearon el sitio sorteoamigosecreto.com para ahorrarse los papelitos en los amigos secreto navideños, una idea muy simple “y que resultó tener una viralidad fantástica”.
—Con todo lo que te has movido con tus emprendimientos, ¿qué le aconsejarías a la gente que quiere emprender o está recién empezando?
—Yo diría que lo mejor es empezar sin mucho plan, a lo loco, pero sin gastar mucha plata, luego hacer un plan simple y ejecutarlo, luego un plan más completo, etc. Hay que empezar a equivocarse lo antes posible, lo más barato posible, y ganar experiencia cuanto antes. Yo creo que uno tiene que probar muchas ideas simultáneamente, sin miedo a equivocarse, pero tratar de sacar conclusiones, de medir lo que haces. Hay muchas oportunidades, pero hay que probarlo todo.
Agustín estará mañana en el meetup de ASECH en Santiago, Chile.
Link | Que Hambre
Link | Voxsound
Link | Meetup ASECH